El autocuidado es necesario para mostrar a los docentes un espacio donde poder parar, tomar conciencia de sentimientos y necesidades; compartir y agradecer. Cada curso es una oportunidad nueva para comenzar, reflexionando sobre el concepto de cuidarse. Los docentes también conseguirán desarrollar un conjunto de habilidades que les servirán para mejorar su práctica docente y establecer relaciones más positivas y satisfactorias con los alumnos y familias.
Además, habrá una labor de acompañamiento a los docentes para poder compartir dificultades, experiencias, casos de alumnos o situaciones muy concretas de su cotidianidad en su vida diaria y, por extensión, en el centro educativo.


-Definir claramente el concepto de autocuidado, diferenciándolo de lo que no es, y describirá las diversas dimensiones (física, emocional, cognitiva, etc.) que forman parte de un autocuidado integral.

-Analizar cómo las creencias personales y los valores influyen en la priorización del autocuidado, identificando barreras internas que dificultan el establecimiento de prácticas de autocuidado sostenibles.

-Reconocer e identificar los propios procesos cognitivos, reflexionando sobre cómo estos afectan lapercepción y práctica del autocuidado, mejorando así la capacidad para desarrollar estrategias cognitivas saludables.

-Aplicar técnicas de atención emocional y corporal, reconociendo las señales del cuerpo y las emociones como indicadores clave para ajustar y mejorar su autocuidado.

-Integrar el autoconocimiento como base para un autocuidado efectivo, identificando patrones personales que influyen en cómo se trata a sí mismo y aplicando los conocimientos adquiridos en casos prácticos y reflexiones finales sobre su propia experiencia.